Lenguaje no sexista

Por Gemma Torres1
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Fuente: Oficina de Igualdad. UNED

La UNED ha publicado recientemente una “Guía de lenguaje no sexista” en la que hace diversas recomendaciones para atenuar el sexismo en el lenguaje. Y sí, digo atenuar porque neutralizar de momento está difícil, por no decir imposible. Pero hay cosas que se pueden hacer y estaría bien que las pusiéramos en práctica. Por ejemplo, “Los documentos administrativos deben dirigirse a la ciudadanía con fórmulas que nombren específicamente a las mujeres cuando se conoce su sexo”, en efecto, esa medida es bien sencilla y estaría bien llevarla a cabo o procurar la utilización de palabras que engloben ambos sexos en lugar de usar el masculino genérico. Tenemos el flamante sustantivo “persona” que engloba hombres y mujeres y que puede sustituir perfectamente al genérico “hombre”. Así cuando leamos la noticia de que “la esperanza de vida del hombre actual es de 81 años”, no tendremos que quedarnos pensando si se refiere a los hombres y mujeres o solo a los hombres.

La guía de la UNED recomienda también evitar el signo @, criterio con el que estoy totalmente de acuerdo porque ¿ustedes cómo lo leen?, ¿qué sonido se corresponde con ese signo?

En cuanto al “vascos y vascas” que tanto gustaba a Ibarretxe y que hacía sus discursos todavía más indescifrables, la UNED propone esta alternativa como preferible al masculino genérico, pero hace una segunda propuesta que a mi me gusta más y que consiste en  utilizar un nombre que englobe a los dos géneros, decir, por ejemplo,  “alumnado”, en lugar de “el alumno” o “los alumnos y las alumnas”; “el funcionariado”, en lugar de “los funcionarios y las funcionarias”; o “quien abajo firma” en lugar de “el abajo firmante”.

Son propuestas fáciles de seguir que, como digo, mitigan el “defecto de género” de nuestro lenguaje. Como curiosidad les contaré que el euskera es más neutro que el castellano y ofrece palabras distintas para sustantivos que engloban masculino y femenino, por ejemplo gurasoak comprende al padre (aita) y a la madre (ama), aunque cuando hablamos en castellano siempre decimos los aitas copiando la estructura del español y haciendo alarde de esa generalización masculina. Este sistema también tiene sus pegas –como todo, por otra parte- porque al no expresar el género laguna es tanto amigo como amiga y claro, nos quedamos sin saber si ese chico que nos gusta ha salido con un “amigo” o con una “amiga” y la verdad esa información puede ser decisiva.

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Gemma Torres 
12 de marzo de 2012

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Guía de Lenguaje no sexista

NOTAS
  1. Gemma Torres es licenciada en Filología Hispánica y tiene un interesante blog sobre el uso de la lengua: ¡Cuida esa lengua! []

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2 comentarios

    • Irene Perez en 15 marzo, 2012 a las 10:15
    • Responder

    Es importante poner énfasis en estas cuestiones, pero un simple manual no hace cambiar las cosas. Es loable el esfuerzo de la UNED pero no es más que un grano de arena en un inmerso desierto. La voluntad de la UNED pasaría por una revisión crítica y minuciosa de los manuales de estudio…

    Hay libros en los que sólo figura la palabra “hombre” para referirse al “ser humano”, ¿tanto cuesta cambiar esta concepción?

    En nuestras manos está cambiarlo. Por ejemplo, en los exámenes e informes. Me niego a hablar de “hombres”, prefiero hacerlo de “seres humanos”, “personas”, “individuos”; otro granito de arena en mitad de un caluroso desierto.

    1. Totalmente de acuerdo, Irene. Y creo que coincidimos los tres, Gemma, tú y yo, más o menos. Como dice Gemma, se trata de “atenuar porque neutralizar de momento está difícil, por no decir imposible”.

      Dese hace ya bastante tiempo intento suplir “ser humano” por “hombre” en los contextos pertinentes; lo cual no quiere decir que en algunas ocasiones se me escape. Yo, lo que veo más difícil es evitar el genérico masculino, sobre todo en lo verbal. Es algo que lleva mucho tiempo cristalizado, no obstante, sobre todo cuando se escribe, se debe ser más consciente a la hora de evitar -como muy bien me ponía como ejemplo Gemma- un titular como: “los directivos cenaron con sus esposas”, cuando sería más correcto (y menos discriminante, aunque se haya hecho inconscientemente) decir: “los directivos cenaron con sus cónyuges”, y fíjate, que con todo y con eso, todavía “directivos” es genérico masculino para referirse a ambos sexos.

      Un saludo y muchas gracias por tu comentario.

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