La Curva de Phillips y la mundialización: una ecuación incompatible con la democracia

Por Juan Francisco Gutiérrez López
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Al relacionar la inflación con la tasa de desempleo, Phillips quiso poner de relieve con su curva1 las posibles causalidades entre el valor monetario de los bienes producidos por la masa laboral y la noción de progreso de las sociedades capitalistas. Su postulado económico residía en el principio progresista industrial del aumento constante de la producción, base del capitalismo. Esta dinámica espiral encontraría un cierto equilibrio en la lucha de fuerzas entre la masa trabajadora (reflejada en la tasa de desempleados) y los poseedores del capital y del poder económico (en cierto modo reflejados mediante la inflación). Por lo que la tasa de desempleo y la inflación de cada sociedad vendría determinada por ese equilibrio de fuerzas moderado mediante el grado de protección social (salario mínimo, poder de los sindicatos, legislación laboral, derechos de los desempleados,…) del sistema político del país.

En esta curva se comparan también dos clases sociales extremas dentro del sistema capitalista. Por un lado, están los que poseen una gran parte del capital ; a los que les beneficia una inflación baja para disminuir los salarios y así obtener mano de obra mas barata debido al aumento de la competencia por adquirir un puesto de trabajo y no les afecta demasiado una inflación alta ya que pueden utilizar una parte de su capital acumulado para subsanarla. Por otro lado, se encuentran los que poseen una pequeña parte del capital y sólo tienen su fuerza laboral para subsistir ; a los que una inflación alta les perjudica considerablemente, viendo reducir su capacidad adquisitiva, y una tasa de desempleo alta los condena al limbo del capitalismo (exclusión del mercado de trabajo) o a las galeras del mismo (ingresando en la tasa de parados o de trabajadores precarios).

Las desigualdades sociales explicadas a través de la curva de Phillips nos muestran que dentro de un sistema económico capitalista integrado en un sistema politico democrático, el equilibrio entre estas dos clases sociales, exprimido en indicadores macroeconómicos, es clave para asegurar la paz social dentro de unas desigualdades soportables por un sistema de bienestar social que sustenta a los trabajadores desempleados y con una inflación no demasiado elevada que garantiza que las clases sociales que ostentan el capital y el poder político y laboral aumenten sus beneficios de manera constante y garantizando al mismo tiempo un cierto nivel adquisitivo de las clases trabajadoras. En realidad, los gobiernos democráticos permiten un enriquecimiento constante de las clases sociales altas a cambio de un equilibrio entre la tasa de desempleo y la inflación, tolerable y definido por las fuerzas laborales y sociales.

Si bien se han producido momentos en los que una sociedad ha experimentado períodos de alta inflación acompañados de tasas elevadas de desempleo y de una recesión économica, período conocido como estanflación2, lo que es difícil o practicamente imposible que se produzca en un sistema capitalista es un período mas o menos largo de inflación nula o negativa en coexistencia con una tasa de paro en retroceso o practicamente nula. Esta situación se asemejaría a una sociedad que va hacia una repartición equitativa entre el esfuerzo relacionado con el trabajo y las riquezas producidas, en definitiva hacia una reducción de las desigualdades. Ello nos lleva a plantearnos la pregunta clave de este articulo:

¿Se pueden realizar políticas económicas basadas en un control de la inflación y una reducción del desempleo, como las llevadas a cabo actualmente por los gobiernos de la Union europea, sin poner en peligro el sistema democrático? Es más que probable que no pueda ser posible ya que esta situación tiende a aumentar las desigualdades entre las clases sociales.

Las fuerzas políticas democráticas elegidas por el pueblo tienen la labor de atenuar las desigualdades entre las clases sociales expuestas anteriormente. El llamado ascensor social solo funciona ocasionalmente, ya que los privilegios sociales siguen proporcionando el acceso a una parte importante del capital y de los puestos de responsabilidad y la mayor parte del tiempo se encuentra averiado y fuera de servicio, vamos, que no hacemos por arreglarlo. Dentro de un marco de gobernanza democrática, las fuerzas políticas deben realizar tareas de legislación y de control para asegurarse de que los que ostentan el capital no aumenten las desigualdades con respecto a los que no lo poseen y que un número lo más amplio posible de ciudadanos puedan acceder al sistema laboral y económico de consumo. Es decir, asegurar un mercado equilibrado y lo más amplio posible.

Antes del desarrollo de la mundialización, las políticas monetarias, financieras, económicas, las masas salariales y los mercados estaban mucho mas restringidos que hoy en dia. Es decir, la curva de Phillips podía ser controlada por los poderes politicos y economicos de los países limitándose al umbral de tolerancia marcado por una tasa de desempleo y una inflación demasiado elevadas. Los Estados podían utilizar medios de atenuación para los periodos inflacionistas como la devaluación de la moneda nacional, método utilizado prioritariamente al de las políticas restrictivas ya que estas tienen un peso considerable sobre los resultados electorales. Si se llegaba a sobrepasar este umbral de tolerancia existía el riesgo de revueltas o de revoluciones populares debido al aumento de las desigualdades de reparto de capital y de trabajo. De esta manera los poderes en ejercicio defendían su status quo asegurando determinados niveles de paz social.

El proceso de mundialización3 financiera, comercial y económica ha propiciado el desarrollo de prácticas comunes entre la gran mayoría de las sociedades. Prácticas que se concentran en el aumento de los beneficios económicos, apoyándose en las redes de comercio internacionales, en los medios de transporte cada vez mas desarrollados y veloces, en los medios de comunicación globales casi instantáneos y a la interrelación economica internacional, la cual se ha convertido en una realidad. Esta situación conlleva a un desarrollo del comercio internacional y a una amplitud de mercado que para muchas empresas internacionales significa un poder económico considerable. El hecho de que la gran mayoría de las sociedades estén de acuerdo sobre estos principios relacionados con la mundialización no ha conllevado una convergencia de las políticas financieras, económicas o sociales a nivel internacional. La gobernanza comercial y financiera del sector privado a nivel mundial sin embargo sí que es una realidad y las organizaciones internacionales no han podido desarrollar una instancia de control intergubernamental basada en los derechos humanos defendidos por los sistemas democráticos. La división internacional del trabajo casi descontrolada desarrolla sus acciones a sus anchas. Es más, los sistemas políticos democráticos se han aliado con los poderes financieros y económicos internacionales al haber privilegiado la creación de un sistema económico y financiero mundial controlado por las redes de finanzas y por las multinacionales.

Limitar la inflación y reducir la tasa de desempleo se han convetido en dos de los dogmas políticos a implementar por los gobiernos. El riesgo es que esta política conlleva a que los poderes económicos se protejan guardando su parte de capital y los políticos de sus status, además de ansiar también el poder económico, por lo que en esta situación de no-control y de no-gobernanza, la tendencia es de aumentar ese capital y ese poder político. Por lo que estos fenómenos nos conducen hacia unas sociedades más desiguales y menos democráticas, ya que una de las bases de la democracia es la repartición de la riqueza y la amplitud de las clases medias en sentido largo. Pretenden disminuir la tasa de desempleo y controlar la inflación dentro de un marco de progreso económico marcado por una aumentación del PIB, mientras que las políticas económicas y sociales que llevan a cabo, maniatadas por la mundialización de los mercado financieros y del comercio solo producen un aumento de las desigualdades.

Los gobiernos actuales pretenden empujar hacia el cruce del eje de coordenadas la curva de Phillips buscando un modelo casi imposible de inflación muy moderada y tasa de desempleo muy baja. Esta situación solo se podría conseguir con un mejor reparto de la riqueza, algo que la mundialización impide al basarse en el postulado del aumento de los beneficios sin tener practicamente en cuenta los derechos sociales, por lo que nos conducen a una disminución de los mismos, al aplicar nuevas fórmulas de calculo de la tasa de desempleo y reducir los derechos de los desempleados al mismo tiempo que los mercados financieros hacen crecer la inflación especulando en los mercados financieros. Esto provoca más exclusión social al ser mas difícil de acceder por parte de los ciudadanos al empleo, al subsidio por desempleo y al consumo de bienes básicos.

La mundialización amenaza la autonomía de los pueblos y su poder de decisión. La mundualización de las actividades económicas estratégicas les hacen perder su poder de decisión económico. Se encuentran en una situación de impotencia para definir su politica monetaria, para decidir sus presupuestos, para organizar la producción y el comercio y para ingresar los impuestos de sus empresas y por lo tanto poder respetar sus obligaciones en materia de prestaciones sociales.

En el caso de la UE, las políticas de austeridad impuestas por las agencias de notación, por los organismos financieros internacionales (FMI y BM) y por los países mas poderosos no hacen mas que intentar empujar hacia abajo la curva de Phillips, a sabiendas de que es prácticamente del orden de la utopía que los actores económicos (patronales, sindicatos, gobiernos y ministerios de economía de la UE y de los países ricos) se pongan de acuerdo en una repartición de la riqueza mas equitativa ya que no existen organismos de gobernanza ni de control con la suficiente fuerza para asegurar esta evolución ni creo que exista una verdadera voluntad de realizarla.

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Juan Francisco Gutiérrez López4
21 de marzo de 2012
NOTAS
  1. La curva de Phillips se introdujo a partir de los datos de la economía norteamericana de principios de la década de 1960. Al colocar en un eje de coordenadas en abscisas la tasa de desempleo y en el de las ordenadas la tasa de inflación, Phillips obtuvo una curva con pendiente negativa, similar a la de la demanda. La curva de Phillips relaciona la inflación con el desempleo y sugiere que una política dirigida a la estabilidad de precios promueve el desempleo. Por tanto, cierto nivel de inflación es necesario a fin de minimizar éste. []
  2. SituaciÓn de contraccion economica que provoca un aumento de las desigualdades sociales y una disminucion de la riqueza global de una sociedad en la que muy probablemente se encuentre España al final del 2012. []
  3. Es el proceso que conduce a un número cada vez mas importante de agentes económicos a situar sus proyectos y a realizar sus operaciones dentro de una perspectiva a escala mundial. Esta definición recalca, al mismo nivel que la tendencia a la uniformización de los fenómenos económicos, el endurecimiento de la competencia económica a escala mundial debido a las desigualdades de las condiciones de producción (principalmente el nivel tecnológico y el precio de la mano de obra) y a la circulación sin control de los capitales. La consecuencia de este proceso sería la uniformización, en relación directa con el desarrollo de las tecnicas de comunicacón. La mundialización financiera no es una consecuancia directa de la internacionalización de los inercambios. []
  4. Juan Francisco Gutiérrez López es socio-demógrafo y actualmente trabaja para la Seguridad Social en Francia en la Caisse d’allocations familiales del departamento del Eure en Haute-Normandie. Ver más en lista de colaboradores []

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3 comentarios

  1. Buenas
    Impresionante Página web, es para quitarse el sombrero, y arrodillarse. Intento hacer tú mismo objetivo con un pequeño Blog: http://sociologosplebeyos.wordpress.com/. Sigue así compañero.

    1. Muchas gracias, Santiago, por tus amables y motivadoras palabras. He estado viendo tu blog, y de pequeño nada. Se puede decir lo mismo, más si cabe, por todos los recursos que tiene estando en plataforma wordpress.com

      Ya te tengo entre mis favoritos. Estamos en contacto y creo que podremos hacer un buen feedback.

      Un abrazo.

    • Marcel Huaclla en 24 noviembre, 2012 a las 7:49
    • Responder

    Lo que sucede es que, en las economías abiertas y con TLC(s), los salarios tienden a converger a los salarios de los países más desarrollados, es decir, cuanto más crecen, la pobreza disminuye e incluso la desigualdad también baja. En Cuba, existe el pleno empleo, con una tasa de desocupación del 1,8% la más baja del mundo, pero con un salario de 16 dólares mensuales, y con el agravante de que no tendrán nínguna posibilidad de incrementar sus salarios en el futuro, tal como lo disfrutan Chile, Perú, China etc. que cada año incrementan sus ingresos. El “igualitarísmo”, que Ud. muy socarronamente propugna, esta reñida con la naturaleza humana, no hay “explotación” en Cuba, todos ganan igual, pero han creado una economía con exceso de demanda en forma permanente, por eso tienen que racionar. Como todos ganan por igual, a nadie le interesa innovar, son sociedades que involucionan. El Estado no está al servicio de las personas en estas sociedades “igualitarias”, sino es al revés, el Estado te da de comer, pero a medias, no tienes libertad, ni seguridad, y lo peor no puedes discrepar con el gobierno, porque tiene sus mazmorras para introducirte. Hay que aprovechar la globalización para salir de la pobreza que están sumidos nuestros pobres de América Latina.

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